Te despiertas. Haces el registro de entrada. Vendes tu alma ocho horas a la vez. Lo llamas un modo de vivir. Ellos lo llaman ganancia. 
Has sido programado para intercambiar libertad por un salario, tiempo por seguridad, sueños por deudas. 
El costo de no asegurar... es marcar la hora para siempre. 
Sigue dormido, sigue marcando la hora - o despierta, y manda al diablo a la ilusión del 9 a 5.
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